Rentar un inmueble es una de las mejores decisiones que puedes tomar, pues te representará una gran fuente de ingresos extra, y una estabilidad para tu economía. 

Para que este proceso no te canse, o se vuelva tedioso o molesto, te aconsejamos tomar en consideración varios puntos previos y prepararte lo mejor posible. De esta forma tanto tú, como tu inquilino, tendrán una experiencia placentera de renta. 

•Escoge los canales correctos de difusión

Existen muchas maneras en las que puedes anunciar o publicitar tu inmueble en renta. Puedes recurrir a anuncios en físico en la ciudad, o por medio de internet, en grupos o canales destinados a la renta de inmuebles en redes sociales como Facebook, o páginas de internet de bienes raíces. Muchas personas igual deciden conseguir sus inquilinos a través de contactos, es decir, que no las rentan directamente por un anuncio o publicidad, sino que hacen conocer la renta del inmueble por medio de conocidos, en su trabajo, en su escuela o entre familiares. 

•Analiza a cada uno de tus prospectos con detalle

Por cualquier medio que obtengas tus prospectos de inquilino es importante que te tomes un tiempo para investigarlo previamente, hablar con la o las personas y pedir números de referencias o evidencias de sus arrendamientos anteriores para saber que todo está en orden. Y asimismo, debes hacerlo con su fiador, pues estas son las personas con las que tendrás un contrato y un acuerdo arrendatario durante un determinado tiempo. Esto es importante tanto para ti como arrendador como para tu inmueble, pues quieres asegurarte de que las personas que lo habiten y con quien mantendrás contacto sean buenas, honestas, agradables y no conflictivas, y estar seguro de que harán buen uso de tu inmueble. 

•Asesórate para elaborar un buen contrato de renta

Es importante que cuentes con asesoría legal al momento de realizar el contrato de arrendamiento, hay muchos aspectos en los cuales tienes que ser cuidadoso, desde el precio del inmueble, el plazo de arrendamiento, y las cláusulas que se estipularán, desde restricciones, hasta derechos y obligaciones del arrendador y el arrendatario. Tu inquilino estará preocupado por sentirse protegido con este contrato, así como tú como prestador del servicio debes encontrarte protegido de la misma forma, siempre buscando brindar la mejor experiencia a tu cliente. 

•Mantente en contacto con tu inquilino

Tu labor como arrendador, no termina en rentar el inmueble, asegurarte de que tu cliente se mude y recibir tu pago correspondiente. Es esencial que te mantengas en contacto con tu inquilino, pues al final del día sigue siendo tu propiedad y cualquier cuestión o problema que surja, debes estar informado y pendiente de su solución. Como también debes estar al tanto de cómo se está usando tu propiedad e intervenir en caso de un mal uso de tu inmueble por parte de tus inquilinos. Asimismo, tu cliente necesita sentir que si hay cierta atención y supervisión de parte del dueño, que lo importante para ti no es solo su pago, sino que disfruten plenamente del inmueble que están rentando.

•Contrata una póliza de seguridad para tu inmueble

Por último, es tu responsabilidad asegurar el bienestar de tu inmueble y protegerlo en contra de cualquier factor externo; robos, daños, desastres naturales y cualquier otro inconveniente externo. Existe una extensa variedad de tipos de pólizas para proteger tu inmueble en diferentes medidas, desde daños y afectaciones menores, hasta problemas entre el arrendador y arrendatario que puedan afectar tu ingreso. 

Invertir en un inmueble para renta, a pesar de los detalles y cuidados que conlleva, es una excelente decisión y oportunidad de ingreso; pues la necesidad de vivienda es una que se mantiene y cada día eleva su valor. Ahora que tienes estas consideraciones en mente, ¡poner en renta tu próximo inmueble será mucho más fácil! ¿Qué estás esperando?

Fuentes: Entrepreneur, Homie